Misa del alba.
Misa para la gente del campo. Misa de los cazadores. La que se celebra en algunos templos a primera
hora de la mañana. Antiguamente se trabajaba incluso los domingos, sobre todo
en épocas de siembra, recoger cosechas o trilla. Para poder hacerlo había que
pedir un permiso especial al Sr. Cura que lo concedía pero únicamente hasta el
mediodía y con el recordatorio de que debías asistir, antes de ir a trabajar, a
la primera misa. La Guardia Civil acostumbraba a denunciar a los que estaban
trabajando y no tenían el permiso.
Misa de parida, o misa de purificación. La que se decía, previa súplica, cuando una
mujer iba por primera vez a la iglesia después del parto.
Misa nueva. La primera que dice o canta el sacerdote. También
llamada Cantamisa o “cantemisa”.
Misa solemne. La que es cantada y al sacerdote le acompañan el
diácono y otros ministros de la santa iglesia.
Misa vespertina. La que se celebra por las tardes. Tiene valor para
eximir de asistir a ella, el domingo y fiestas de guardar.
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SACRISTÁN- Era un
trabajo relacionado con la Iglesia y al
que el Concejo asignaba una retribución fija por los servicios a prestar. En el supuesto de haber varios
interesados en desempeñar dicha función, el que hiciera la licitación más baja
se quedaba con el puesto. Sus obligaciones además del mantenimiento y limpieza
de la iglesia, eran hacer los toques de campanas y darle cuerda al reloj de la
torre. Las campanas se tocaban diariamente tres veces: al amanecer (toque del
Ave María), al mediodía (toque del Ángelus y que servía de aviso a los
trabajadores del campo de que se acercaba la hora de ir comer) y al anochecer (toque de la oración, para ir
a recogerse a sus casas). La celebración de la santa misa tenía sus toques de
campanas. Primeramente con un bandeo general que servía de aviso de que la misa
comenzaría en media hora y para que la gente se fuera preparando. Luego, con
un repique más sencillo que se llamaba
“la segunda” o “a entrar” y por último otro, la tercera o “la última”, dando a
entender que el sacerdote iba a comenzar el oficio. Había tañer de campanas para comunicar incendios
(toque de “arrebato”) y el fallecimiento de vecinos, con toques mas pausados y
diferentes que informaban si el difunto era mujer, hombre o niño. También se usaba
el toque de campana para avisar a las reuniones del concejo.
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